El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, inauguró el “Festival Nacional de la papa”, afirmando que el gobierno boliviano proyecta industrializar y exportar este tubérculo.

Papa
te llamas
papa
y no patata,
no naciste castellana:
eres oscura
como
nuestra piel,
somos americanos,
papa,
somos indios.

De Oda a la Papa, Pablo Neruda

Recientemente, el Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, participó en la inauguración del “Festival Nacional de la Papa”, el cual tuvo lugar hasta el 20 de mayo, en el municipio de Betanzos, ubicado en la provincia Cornelio Saavedra, del departamento de Potosí. En la ocasión la autoridad manifestó que el gobierno nacional trabaja en proyectos que permitan la industrialización y exportación de este tubérculo.

“Tenemos que industrializar y procesar la papa, encajonarla, enlatarla con algún aditamento, tanto para el consumo interno como para la exportación (…) ya hemos instruido a nuestros embajadores que abran nuevos mercados para la papa y tenemos que exportar papa procesada”, indicó a los agricultores presentes en este evento.

En este festival participaron productores de más de 200 municipios de diferentes regiones del país, además de contar con la presencia de representantes de Argentina, Perú y España.

Según la crónica compartida por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, el encuentro permitió el intercambio de experiencias entre los agricultores en relación a las más de dos mil variedades de este tubérculo y sus componentes nutricionales, además de exponer la tecnología que se aplica en la siembra y cosecha del mismo, los insumos y maquinaria agrícola para la producción e industrialización de la papa.

Cabe destacar que durante la gestión de 2017, en el territorio nacional de Bolivia se cultivaron 182 mil hectáreas, en las cuales se produjeron 1,1 millones de toneladas, lo que garantiza la seguridad alimentaria de las familias bolivianas.

En la actualidad, el gobierno nacional, mediante el Ministerio de Desarrollo Rural y el Programa Nacional de Papa, financió con 211.712 bolivianos la producción de este tubérculo en el país entre los años de 2015 y 2017.

El vicepresidente explicó que gracias a la implementación de diversos programas se mejoró no solamente la producción sino también las semillas de la papa, la cantidad de tierras cultivadas, cuyo rendimiento se incrementó notablemente y se cuentan con sistemas de riego en las comunidades agrícolas.

El mandatario de Estado dijo que actualmente la producción de la papa “resume la historia de diez mil años de conocimiento y de ciencia andina; diez mil años de transformación, de ingeniería agrícola andina”.

De igual manera, la autoridad nacional ponderó que en este festival, los productores tuvieron la oportunidad de mostrar una diversidad del preparado de este alimento, entre platos y la gran novedad que es la elaboración de mermelada y vino de papa.

García Linera recomendó a los agricultores trabajar y debatir medidas para la implementación de silos con el fin de almacenar papa en tiempos de abundancia para que en temporadas de escasez, este alimento sea comercializado a su precio real.

El sagrado tubérculo de los pueblos originarios de Bolivia y Perú

Tradicionalmente la papa o patata es originaria de la región que hoy comprendería al altiplano sur del Perú y al noroeste de Bolivia. Según algunas investigaciones esta planta herbácea fue cultivada desde hace unos 8000 años en el altiplano andino, en especial en las cercanías del Lago Titicaca por los habitantes de esta región. Con la conquista española, comenzó a ser trasladada a Europa a partir del siglo XVI, donde fue considerada por los españoles como una curiosidad botánica y no una planta alimenticia.

Según figura en el Vocabulario (1905) de los Religiosos Franciscanos y los Diccionarios quechuas (1976), publicados por el Ministerio de Educación, en la región del Altiplano andino los términos quechuas y aimaras, propios de la terminología agraria, que se utilizan para nombrar a la papa son papa y akshu en el quechua (sureño y central, respectivamente) y amqa y ch'uqui en el aimara (lupaca y paceño, respectivamente), palabras que se han impuesto como términos genéricos en el territorio tradicionalmente fijado para el Imperio Incaico, generalidad que se mantiene hasta hoy en día en nuestras lenguas ancestrales.

Como bien lo señaló en un texto el bibliotecario Alfredo Mires Ortiz (perteneciente a las Bibliotecas Rurales de Cajamarca) antes de que existiera la palabra “ingeniería” (que viene de engine, que significa máquina), ya se habían criado en los Andes más de 4000 variedades de papas y otros cientos de frijoles, maíces, frutos y tubérculos diversos que ventilaron el hambre del mundo.

Para los originarios no deja de ser un tubérculo sagrado, cuya variedad es reconocida desde hace tiempo en el mundo de la agricultura, por tal motivo bien valen estos versos finales de Neruda, ofrecidos en homenaje al alimento de los pueblos:

Apenas
si hablas en el infierno
del aceite
o cantas
en las freiduras
de los puertos,
cerca de las guitarras,
silenciosa,
harina de la noche
subterránea,
tesoro interminable
de los pueblos.

Fuente
Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia
http://www.vicepresidencia.gob.bo/El-vicepresidente-inauguro-el-Festival-Nacional-de-la-Papa-y-afirmo-que-el
Terminología agraria andina: nombres quechumaras de la papa / Enrique Ballón Aguirre, Rodolfo Cerrón Palomino, Emilio Chambi Apaza, Edgard Quispe Chambi. Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas, Centro Internacional de la Papa. Cuzco: CBC/CIP, 2002
Odas elementales / Neruda, Pablo. Buenos Aires: De bolsillo, 2015.
Fecha: 12/6/2018