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Carlos Correa, werken de la comunidad Ñuque Mapu de Puelén, La Pampa nos ofrece en esta entrevista un anticipo de su próximo libro sobre el pueblo ranküllche y su propia historia personal

Carlos Correa nació en General Pico (La Pampa, Argentina) y es descendiente de dos importantes linajes del pueblo ranquel. Por el lado de su abuela paterna está ligado al cacique Ramón Platero y al linaje del cacique Carripilún (El Orejiverde) por el lado de su familia materna. Desde muy joven ha sido un destacado escritor que ha recibido varios reconocimientos a nivel provincial y es miembro de la Asociación Pampeana de Escritores. En el año 1987 se trasladó a Puelén donde ejerció distintos roles en la comunidad, desde personal no docente en la Escuela Hogar N°157 a Presidente de la Comisión de Fomento del pueblo. Actualmente tiene 56 años, es el werken (vocero) de la comunidad Ñuque Mapu y continúa trabajando en la escuela.

“Una mirada Ranquel, la cultura del olvido (olvidado)” es un libro que saldrá publicado este mes por la editorial “7 Sellos” de Santa Rosa, La Pampa y su autor es Carlos Correa. En la sección de “agradecimientos” incluye las siguientes palabras: “Agradecimiento profundo a este Oeste de mi Pampa. Al que me permitieron venir desde de ese Mamüll Mapu (1) en el Siglo XX, como a una expedición, por 3 meses. Y aquí estoy, en el Siglo XXI, en este territorio, también de ranqueles. Uno de los pasos más importantes para el comercio y expediciones entre Buenos Aires, Mamüll Mapu, Puelén, Chile. Lugar de encuentro de caciques, expedicionarios, mercaderes y cautivas en el Siglo XVIII y XIX. El Atlántico y el Pacífico se unían de manera constante y distintas formas. A este lugar, que me ha tenido cautivo por opción. Del que es difícil de escapar y tan fácil de salir” (2)

-Daniel Pincén (DP) De la información que pude recabar sobre el libro, vos buscas a través de tus escritos y de otros paisanos de la zona reconstruir el pasado del pueblo ranquel para llegar de alguna forma a una visión del presente. ¿ Cómo fue ese camino para poder hacer esa reconstrucción?

-Carlos Correa (CC) Bueno. Por un lado, cuando era chico, en General Pico, durante las charlas que surgían en el seno de mi familia con familiares que venían desde Victorica o Luan Toro a visitarnos, a los más chicos no nos permitían participar, pero sí nos permitían quedarnos a escuchar lo que se conversaba. Entonces, desde chico fui escuchando y una vez que me instalé en Puelén (3) es cuando surge la posibilidad de abordar el tema a través de la gente. Este camino fue el que me llevó a ir profundizando aún más en lo que era la historia, buscando bibliografía, arreglándomelas a los “ponchazos” porque tampoco era fácil hacer esto desde Puelén y más aún treinta años para atrás. También está lo que uno tiene incorporado “en los genes”, por decirlo de alguna manera. Saber y entender fue importante, haber vivido de chico no como ha vivido mi mamá en la zona de Victorica o mi papá en la zona de Colonia Emilio Mitre, pero sí por lo menos haber incorporado muchas charlas familiares que transcurrieron entre muchas risas, llantos y discusiones propias de nosotros que pasaban de un extremo a otro. Entonces, en Puelén fue donde más surgió el interés viendo como la estaban pasando los hermanos y después con los años, poco a poco fui incorporando más cosas.

-¿De qué manera organizaste ese material ? Cómo está sistematizada toda esa información en el cuerpo del libro?

-El libro no tiene un índice determinado. Me voy desplazando entre el pasado y el presente realizando comparaciones y haciendo referencia a escritos más actuales. De esa forma, voy destacando diversas problemáticas que han ocurrido. Por ejemplo, en una oportunidad tuvo lugar una intervención de la Escuela Hogar de Puelén en el año ´97 motivada por diferentes situaciones. Esto hizo que estuviésemos enfrentados en algún punto con el área de Educación del Gobierno porque tanto yo, así como también docentes realizamos algunas denuncias respecto de lo que ocurría en la Escuela Hogar. Incluso, hasta la policía realizó allanamientos debido a la presencia de armas que tenían los alumnos facilitadas por alguien. También hubo situaciones relacionadas con abusos, hubo muchas situaciones problemáticas hasta llegar al año ´99 donde ocurrió la muerte de un chiquito. Este hecho fue algo que me impulsó aún más para dar a conocer los distintos problemas que atraviesa la gente de Puelén, denunciando cada uno de estos hechos en el Ministerio de Educación. Por realizar estas denuncias fui ferozmente vapuleado y discriminado. Todas esas acciones a mí no me hacían nada. Era como un jabalí al que le disparan y le rebotan las balas. Ya tenía incorporada la forma de llevar adelante ese tipo de situaciones. Eso no me afectaba. Era como vivir en otra época en la cual uno tenía que sobrevivir y nada más. Sobre la base de todo este material también está anexado todo aquello de nuestra relación con la cultura del “blanco”, es por ello que hay pasajes del libro en los que me refiero a la relación indio/winka-winka/indio porque, en lo personal, de alguna forma tengo las dos partes. Ya sea por parte de mi familia materna o por mi propia historia personal. El libro en sí, trata de eso. Irme al pasado, el presente, las diferencias que tenemos hoy día con aquel pasado. A pesar del tiempo transcurrido en algunos aspectos nuestra región no ha cambiado demasiado, en lo que se refiere a la parte cultural, a la parte pensamiento. Continúa estando presente la parte de sumisión en la relación con el Estado. Tal es el caso de la Escuela Hogar que fue un organismo importante, ya no lo es porque ha perdido mucho su rol al continuar algunas autoridades que son las que también siguen implementando las cosas de esa forma, relacionadas con dádivas o subsidios o lo que fuera. Entonces, no hay una libertad real en cuanto a pensamiento ni a formas de vida de la gente.

-En el libro utilizas una metáfora relacionada al río Salado como un “límite”. Este río separa lo que es el Mamüll Mapu del “dominio de las jarillas” y de los arbustos donde se ubica geográficamente Puelén. Cuando investigué acerca del libro imaginé que con ese “límite” (el río) hacías referencia a las diferencias o indiferencia sobre el indígena que lamentablemente es casi generalizada y no a los vínculos con los ranqueles que actualmente viven en los pueblos del Mamüll Mapu y/o las ciudades más grandes de La Pampa. Entonces, me llama mucho la atención que vos menciones de forma bien precisa que esas diferencias y/o indiferencia se da con los mismos paisanos.

¿Eso es así?

-Sí, sí. Totalmente. Ya te digo, experimenté la misma situación cuando estábamos chicos; en la ciudad cuando se hablaba de aquel que vivía de este lado o del otro lado de la vía del ferrocarril. Las personas de menos importancia vivían “del otro lado de la vía” y los de más importancia en el lado opuesto. Me remito a esto por las formas en que fueron conduciendo las políticas vinculadas al indígena aún desde el mismo Consejo Provincial de Lonkos (caciques), creado no hace muchos años atrás. Esas diferencias se notan, aún se notan, por más que generalmente soy muy crítico cuando participo de las reuniones. Soy muy de decir en las reuniones aquellas cosas que sufrimos nosotros (por la gente de Puelén). Ese río que fue maravilloso en su momento y que hoy por hoy se encuentra en un estado de degradación ecológica importante, se presenta como un límite entre los paisanos de este lado (por Puelén) y los que están del otro lado (Mamüll Mapu). El otro día estuvo el gobernador de la Provincia en un acto reclamando por el agua para que el río se pueda recomponer. Algunos de nosotros asistieron y otros no. Si se nos invita a este tipo de eventos se nos invita “de palabra”, pero es como que no pertenecemos a La Pampa los que vivimos en esta parte del territorio.

-Interpreto que el problema de los límites/barreras entre los paisanos tiene que ver con una cuestión de integración. Un problema de integración muy grave, incluso de integración dentro de los pocos ámbitos en los que nos podamos manifestar respecto de distintos temas que propone el gobierno, o sea, en la relación con el Estado.

-Totalmente.

Para lograr la edición del libro, destacás especialmente que no querés apoyo del Estado. ¿A qué se debe esa posición?

La misma pregunta me la hicieron un par de diputados de la Provincia de La Pampa que se acercaron porque les había interesado los temas tratados en el libro. En él no va a decir “gobierno de la Provincia de La Pampa” porque creo que han sido jodidos con nosotros y conmigo en lo personal. En principio porque desde mi militancia política los conozco a todos y han actuado de manera bastante jodida con nosotros. Pero no va a decirlo en este caso, por la primera edición. En algún momento me plantearon hacer la edición a través del Fondo Editorial Pampeano (sello editorial del Gobierno de La Pampa) y no me interesó. Hasta Edgar Morisoli (escritor pampeano) me llamó para decirme lo mismo y que me acordara de que yo era miembro de la Asociación Pampeana de Escritores, pero en ambos casos dije que no iba a hacer uso de esa posibilidad.

-Entonces, esa posición ¿ se basa en tus diferencias “históricas” con diferentes organismos del Estado provincial?

-Sí, sí. Históricas y políticas también, pero porque no han hecho nada de lo que han dicho para con nosotros la “indiada”.

-¿Que alternativas tenés para lograr la edición del libro?

-En este momento estoy en contacto con la editorial “7 Sellos” de la ciudad de Santa Rosa y estoy editando el libro con ellos. Justamente estuve ayer ahí para realizar la entrega del material. También hay dos diputados provinciales que mostraron su interés para apoyar la publicación del libro. Ellos quieren colaborar, pero el tema pasa por otro lado. Yo les manifesté a ambos que si quieren hacer aportes para la publicación del libro sería genial, pero figurará como “fulano de tal” y no como el gobierno de la Provincia de La Pampa. Que los aportes se hagan a título personal si quieren, pero no quiero, bajo ningún punto de vista que diga “Gobierno de la Provincia de La Pampa”. Simplemente eso. Lo otro uno lo puede manejar de otra manera. No sé si está bien, si es correcto o no es correcto, no va a decir “Gobierno de la Provincia de La Pampa” porque el problema que yo tengo es con ellos, sea quien sea el gobernante de turno por todo lo que nos ha ocurrido en los últimos 20 años por lo menos, para no irme un poquito más atrás en el tiempo. Para los últimos gobiernos hemos sido elementos de subsidios y nada más. No de otras oportunidades como emprendimientos productivos o trabajo genuino o territorio, desde ese punto de vista no hubo nada. Simplemente por eso no va a decir “Gobierno de la Provincia de La Pampa”.

-¿ El libro estará acompañado de algún tipo de material gráfico?

-Sí. En la tapa va un dibujo de un amigo que es de Puelén que se llama Fabio Llanos. En el interior también habrá ilustraciones de Fabio y otros chicos amigos de Puelén. Son chicos que han dado vueltas por mi casa y sé de las capacidades que tienen para trabajar, lo que no han tenido son oportunidades. También habrá algunas “cositas” mías, trabajitos con “croquis” sobre referencias de rastrilladas (caminos utilizados por los indígenas), fortines, sobre la ubicación de la “Batalla de Cochicó” (4). Habrá dibujos sobre esos detalles realizados por ellos que siempre se interesaron en la temática, siempre anduvieron dando vueltas por mi casa y siempre han tenido el espacio para eso, para dibujar. No les daban oportunidades ni en la escuela, ni familia, ni nada, entonces encontraban ahí su espacio. Incluso tengo material de distintas épocas de ellos que está ahí, como siempre les digo, cuando por ahí vienen con sus esposas de visita aprovecho y les entrego a ellas un poco del material para que sepan con quienes están, de qué “críos” son ellos también y qué capacidades tienen cada uno. Va a estar ese tipo de material en el libro.

-Para finalizar, te cedo la palabra para que trates de brindarnos una apreciación final sobre “Una mirada ranquel”. ¿ Qué representa este libro para vos?

-Representa mucho para mí. Significa mucho porque habla de la historia personal, familiar, lo que uno ha tenido grabado en la cabeza durante años desde esa infancia, además de poder entender que “aquel lado” y “este lado” del río Salado han sufrido y sufrimos las mismas cosas, más que nada porque aún estamos de alguna forma sometidos. Como decía, por falta de oportunidades o por vivir en regiones y condiciones de marginalidad impuestas por el mismo Estado y/o Gobierno. Me siento orgulloso de haber realizado un trabajo en el cual no encuentro (algunos errores), como en otros casos cuando pienso: “Huy… esto… no me gusta demasiado”. He puesto mucho y otros han aportado mucho porque también es en base a lo que uno ha convivido con aquel sector de La Pampa, con la “otra parte” de los ranqueles e incluso mapuches, incluso toda la mezcla que te puedas imaginar porque están ahí en el lugar. Reivindicar la historia es muy importante. La batalla de Cochicó que, ocurrió ahí a 20 kilómetros de Puelén es muy importante para mí y para nuestra gente. Es uno de los ejemplos a través de los cuales uno percibe que es un hecho que no es tomado en cuenta por la parcialidad ranquel de “aquel lado” del Salado. Somos, como decía hoy… sentimos o siento que nos tratan como ranqueles “de segunda”. Pero esa parte de la historia es muy importante. En lo que respecta a la batalla de Cochicó, por ejemplo, cuando cambiaron los restos de Yancamil del cementario a la plaza de Victorica nunca fuimos informados, nos enteramos por el diario. Para nosotros eso es muy importante porque Yancamil también estuvo en ese lugar, pasó por ahí, se alojó ahí, tuvo su territorio en distintos lugares como Buta Ranquil, Salitral de la Perra, el mismo Cochicó donde él (Yancamil) cobijaba cuando escapaba de “este lado” del Salado. También lo hizo Baigorrita, como también la familia de Mariano Rosas, como también la familia de Platero Cabral en esas idas y venidas. Hay mucha historia compartida, propia, que se desconoce. La idea también es reflejar eso, ese olvido. Por eso digo: “Una mirada ranquel, la cultura del olvido olvidado”. Es eso porque ese olvido es permanente, lo vivimos en el día de hoy. No estamos hablando de cien años para atrás, entonces, hoy por hoy hay una situación similar en algún punto. Ya sea en la parte educativa, la parte social, en la parte de Gobierno. Es eso, es un estado de cuasi sumisión no como en aquella época, pero sí ves como se compran las voluntades con algún subsidio o con un trabajito temporal o una sonrisa si se quiere y después la nada. Es un tema actual, o sea, no es nada distinto y la gente lo sufre. La gente lo palpa todos los días, no es nada nuevo. Es eso, un estado de Gobierno en el cual siempre ese “Oeste” está marginado. Está marginado. Eso es lo que hicieron antes también. No puedo soportar que se viva en las mismas situaciones que se vivían en 1890.

Daniel Pincén agradece especialmente la colaboración de Daniel Cid, periodista del Diario La Reforma de General Pico por facilitar los datos de contacto de Carlos Correa.

Referencias

(1) Mamüll Mapu: tierra del caldén o tierra de los árboles. Así llamaban los ranqueles al bosque nativo de caldén donde desarrollaron su existencia. Este bosque se distribuía desde el río Salado hacia el Este de la actual provincia de La Pampa y el Sur de las provincias de San Luis y Córdoba. (2) Correa, C., 2016. Una mirada Ranquel, la cultura del olvido (olvidado). Ed. Siete Sellos, Santa Rosa La Pampa, 2016. pp 6-7. (3) Puelén: Localidad ubicada en el Oeste de la provincia de La Pampa, cercana al Sur de Mendoza. (4) Batalla de Cochicó. Más que una “batalla” fue un combate que tuvo lugar el 19 de agosto de 1882 entre un grupo de ranqueles liderado por el cacique Yancamil y una partida de soldados del ejército. Según palabras del propio Yancamil, el enfrentamiento se produjo entre 17 hombres mal montados armados con lanzas, boleadoras y cuchillos; mientras que los poco más de 20 soldados, liderados por los tenientes indígenas Mora y Simón, estaban armados con carabinas, cuchillos y boleadoras (fuente:http://www.soydetoay.com.ar/toay/archiv_imag/comu_nidad/cochico.htm)

Por Daniel Pincén
Fecha: 18/5/2016

Nota relacionada:
Pueblos originarios de La Pampa: recuperar la esencia y la memoria, 7 de agosto 2015

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