El primer candidato indígena en la historia del Paraguay afirma que su movimiento “no es de izquierda ni de derecha, es de la Naturaleza, porque en ella no hay izquierdas ni derechas”

Gerónimo Ayala es un líder natural nato, defensor de los derechos territoriales y de los derechos humanos, es el primer candidato indígena a senador por el Movimiento Político Indígena Plurinacional del Paraguay.

De origen mbyá guaraní, nació en Coronel Bogado, departamento de Itapúa en el año 1980. En1988, como consecuencia del avance de la represa Yacyretá, sus ancestros fueron desplazados de su hábitat natural, posteriormente reasentados en la comunidad Pindó, situada en San Cosme, departamento de Itapúa, donde creció y vive actualmente.

Desde muy pequeño, se interesó por el estudio, terminó la secundaria en el Centro Técnico de Entrenamiento Vocacional de Encarnación, estudió Arquitectura en la Universidad Católica de Itapúa, fue graduado en el año 2011 con honores y como el primer arquitecto indígena del Paraguay, con su trabajo de tesis promueve el “Mejoramiento habitacional para los indígenas de Itapuá”.

En el año 2017 terminó su postgrado en Didáctica Universitaria, su tesis fue sobre “La inclusión de los pueblos indígenas en la Educación Superior”. En 2015 integró la delegación de pueblos indígenas en Europa, fue panelista de cultura y arquitectura en Francia y España.

Durante tres años (2010/2013), trabajó como Fiscal de Obras de SENAVITAT (Secretaria Nacional de la Vivienda y el Hábitat), para que sus hermanos indígenas puedan acceder a un tekoá (territorio/vivienda) digno, para proteger su cultura, sus creencias, sus lenguas y su profundo vínculo con la naturaleza. También fue presidente de la Red Juvenil Indígena de los pueblos indígenas del Paraguay durante el período 2011–2013.

Un inédito Movimiento

Este joven indígena guaraní, es precursor y fundador del primer Movimiento Político Indígena Plurinacional (MPIP), reconocido por el gobierno paraguayo. El MPIP fue creado desde los pueblos indígenas en el año 2014 y registrado dos años más tarde en la Justicia Electoral. Este movimiento promueve la interculturalidad, es decir que abre la puerta también a los no indígenas para presentar sus candidaturas.

El objetivo principal es la unión de todos los pueblos indígenas, la unidad en la diversidad, lograr conquistar un espacio dentro del congreso de la Nación, ser el nexo entre el pueblo y el Estado, en base a la creación de Consejos de consultas y propuestas populares para la creación de los proyectos, leyes que beneficien a todo el pueblo paraguayo.

Cabe destacar que en el Paraguay los pueblos indígenas tienen voto, pero no tienen voz ni autonomía política, justamente el movimiento indígena, nace a causa de las marginaciones y discriminación de “los blancos”, de la necesidad de inclusión y de tener un instrumento político para la construcción de una democracia intercultural, ya que las decisiones políticas son las que definen el destino del país.

En cuanto a la línea política, el MPIP se basa en la lucha por la igualdad en el derecho de los pueblos indígenas, para construir una sociedad más justa con iguales oportunidades que “los blancos”.

Con relación a la política indígena en el Paraguay es un gran avance que los indígenas tengan su propia bancada, ya que desde “la conquista de América”, los pueblos originarios nunca han tenido representatividad política dentro de la estructura política del gobierno paraguayo. “Pasaron más de 500 años de exclusión, hoy sentimos la necesidad de ser incluidos en la sociedad paraguaya y el mundo”.
Gerónimo señala como otra de las características del MPIP que es un movimiento que, a su juicio, no se enmarca en los conceptos de la política tradicional de izquierda-derecha o progresista-conservador, ya que según él esas ideologías dividen mucho y crean mucha fragmentación en la sociedad.

“Nosotros no somos de izquierda ni de derecha, somos de la naturaleza. Es transversal porque en la naturaleza no hay izquierda ni derecha, el movimiento tiene en cuenta la capacidad de cada uno, de pensamiento y de poder vivir en armonía”.

De ser elegido senador, asegura que se enfocará principalmente en cuatro problemáticas que afectan a los pueblos indígenas y a otra gran parte a campesinos: el acceso a la tierra, educación y salud, la protección de los derechos humanos fundamentales básicos y la creación de comunidades autosustentables y autosostenibles teniendo en cuenta la soberanía alimentaria de las comunidades netamente indígenas.
“El territorio es fundamental para mantener la cultura y la relación con la madre tierra, es un factor fundamental para el desarrollo y vemos esa realidad como algo importante para pelear dentro del Congreso con proyectos de ley”.

Otro punto importante que se compromete a trabajar es sobre la discriminación y el racismo hacia los pueblos aborígenes. “La idea es trabajar para disminuir la brecha de discriminación entre diferentes sectores de la sociedad, y de la misma sociedad con los pueblos indígenas”.

Además asegura que no van a crear proyectos muy complejos, sino lo básico, que muchos de esos problemas podrían mejorar en buena medida cumpliendo las leyes que ya existen pero que no se aplican. Por ejemplo lo que establece la Constitución Nacional sobre los pueblos originarios, en el capítulo V, artículos 62 al 67 inclusive. “La Constitución establece muchas cosas, como por ejemplo que no se puede desalojar a las comunidades; sin embargo, en la práctica se da otra cosa, por eso vemos la importancia de este movimiento, de poder fortalecer la protección jurídica de las comunidades con equipos que protejan. Sabemos que más del 70% de los indígenas viven en la extrema pobreza, y las instituciones no tienen la capacidad de poder solucionar y por eso es importante que los líderes indígenas participen en las iniciativas”.

Por último denuncia la corrupción del INDI (Instituto Paraguayo del Indígena), donde la gran mayoría los candidatos, cuando se disputa por la presidencia del Instituto, prometen mejores condiciones de vida, pero las comunidades indígenas, especialmente las de la región del Chaco reflejan el estado de abandono, manipulación y miseria en que se encuentran.

Como movimiento político no pretenden cambiar el INDI si no reestructurar su forma de organizativa de trabajo; además consideran que es una categoría inferior a las demás instituciones, por lo que plantean que sería mucho mejor llevarla de una institución nacional del indígena a un Ministerio Indígena, y que dependa directamente del Poder Ejecutivo.

Los pueblos indígenas siempre fueron avasallados en sus derechos humanos ante toda la sociedad y el mismo Estado. La falta de oportunidades, y sobre todo la discriminación los llevó a organizarse en movimiento político para lograr una voz propia dentro de la estructura del gobierno, con el propósito de defender y garantizar los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, trabajando activamente con el pueblo paraguayo.

Pero la lucha de Gerónimo Ayala, va más allá de lo electoral, no termina en las elecciones, seguirá para dignificar a todos los pueblos indígenas del Paraguay, la gran nación guaraní.

Por Lilian Morinigo
Fecha: 9/4/2018