Estas Ideas que se comparten fueron presentadas en el marco del evento “Tejer memorias en tiempos de crisis democrática: Encuentro de experiencias”, correspondiente al eje “Historizar la memoria en Colombia”

Realizado el 4 y 5 de diciembre de 2020 por convocatoria de la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad del Rosario y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.

“Se escribe Historia, pero siempre ha sido escrita desde el punto de vista de los sedentarios y en nombre de un aparato de Estado. Jamás la Historia ha incluido el nomadismo”, Gilles Deleuze & Félix Guattari (1972), Mil mesetas

Introducción

1. Las breves reflexiones que a continuación se proponen se basan en cerca de 23 años de acompañamiento y asesoría brindada al proceso de visibilización y reconocimiento de los derechos del pueblo Rrom, realizado, en lo fundamental, a través del Proceso Organizativo del Pueblo Rrom (Gitano) de Colombia (PRORROM).

En el contexto de este trabajo de acompañamiento, durante buena parte del primer semestre de 2010 un equipo interétnico realizó una investigación sobre los impactos del conflicto armado en el pueblo Rrom, la cual fue finalmente publicada en el No. 74 de abril-junio de 2011 de la revista del Instituto Romanò de Servicios Sociales y Culturales de España llamada O Tchatchipen, bajo el título “El conflicto armado colombiano y las tragedias no contadas de los rromà”. Cabe destacar que esta investigación sirvió de base para la elaboración de la Resolución No. 2013-311650 de 19 de diciembre de 2013 mediante la cual la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) reconoció al pueblo Rrom como Sujeto de Reparación Colectiva (SRC).

Así mismo más recientemente, tanto con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV) como con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se han venido adelantando una serie de diálogos e intercambios de conocimientos y saberes de los que han surgido varios documentos de construcción colectiva, cuyas líneas centrales son retomadas en esta exposición. Entre estos documentos cabe citar, como los más relevantes, los siguientes:

- “Un viaje por la memoria y la verdad sobre la tragedia no contada de los Rrom” (2020) que fue la propuesta presentada por PRORROM a la convocatoria realizada por la CEV, la cual infortunadamente no fue seleccionada.
- “Algunas ideas preliminares sobre la epistemología gitana” (2020), elaborado en el marco de un curso dictado por la Universidad Nacional de Colombia a la JEP.
- “Apuntes y notas sobre la Kriss Rromaní o Rromaniya y las posibilidades de articulación con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)”, elaborado en el contexto de un curso dictado por la Universidad Nacional de Colombia a la JEP.
- “La ignorada historia de los Rrom en Colombia” (2020), fruto de unas conferencias dictadas a la JEP, el cual fue publicado virtualmente el 7 de septiembre de 2020 en el portal de Agencia de Prensa Rural.

Ausentes en la historiografía

2. Pese a que los Rrom llegaron al continente americano en una etapa temprana del proceso de invasión y conquista ―al respecto hay registros que indican que los cuatro primeros Rrom, purgando condenas que tenían en la península ibérica, arribaron el 31 de julio de 1498 a lo que hoy es Venezuela― es muy poco lo que se conoce acerca de su historia.

En las narrativas historiográficas, tanto hegemónicas como subalternas, el pueblo Rrom ha sido el gran ausente. Hasta la fecha no se le ha dado ningún lugar, ni siquiera periférico, a la historia sobre su largo periplo por lo que hoy es Colombia.

Fases de su historia en Colombia

3. Los Rrom actuales apelando a la tradición oral manifiestan que su presencia en Colombia se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, así las cosas, en muchos testimonios orales se refiere que varios patrigrupos familiares, siguiendo la ruta de los familiares que ya antes habían emprendido el viaje trasatlántico, se encontraron en un país sacudido por la Guerra de los Mil Días. No obstante, tal y como ya se ha dicho, su presencia es mucho más antigua, pudiéndose dividir su historia en el país en seis fases distintas:

- Primera Fase: Comprendida entre 1492 y 1570, en la que la inmigración Rrom a las colonias españolas de América fue permitida e incentivada legalmente, inicialmente como fórmula para contar con mano de obra gratuita para desarrollar aquellos trabajos en extremo fatigantes y nada atractivos requeridos por la empresa conquistadora y a la vez como estrategia para resolver los problemas que en la metrópoli se estaban presentando ante las dificultades que las autoridades evidenciaban en el proceso de sedentarización de un pueblo que se mantenía firme en no dejarse asimilar.

- Segunda Fase: Abarca desde 1570 hasta 1810 y está relacionada con las abundantes disposiciones normativas reales que se expidieron con el fin de prohibir taxativamente el ingreso de los Rrom a las colonias del imperio español en el “Nuevo Mundo”, así como de ordenar redadas para la captura e inmediata deportación a España de todos los que en ellas se encontraban, las cuales en la práctica no resultaron efectivas ya que durante varios siglos, de manera ilegal y clandestina, siguieron llegando Rrom que se esparcían rápidamente por las colonias. En todo caso, valga resaltar, en distintas oportunidades, a veces con mayor intensidad que otras, la propuesta de deportar masivamente a los Rrom a las colonias americanas como solución final se discutió ampliamente, pero quienes se oponían a ello por considerar que sería perjudicial para el orden social, salieron airosos y nunca se llevó a cabo, al menos de manera legal, ninguna deportación de esta naturaleza.

- Tercera Fase: Se da aproximadamente entre 1810 y 1870 y está signada, entre otras, por las siguientes dinámicas: las convulsiones sociales y políticas desatadas en las colonias españolas de América a raíz de la emergencia de los procesos de separación e independencia de España, las intensas y recurrentes luchas intestinas por el poder entre las élites criollas y la inestabilidad inherente al conflictivo proceso de construcción nacional relacionados tanto con la conformación y ulterior desintegración de la Gran Colombia, como con la constitución y liquidación de la Nueva Granada, lo cual se expresó en un mayor relajamiento de los controles inmigratorios que fueron aprovechados por muchos Rrom para ingresar al país y por esta vía a los países de Sudamérica. Cabe resaltar que la coyuntura dada por la promulgación, entre 1821 y 1851, de leyes abolicionistas de la esclavitud, fungió como una suerte de imán que atrajo al país a varios de los Rrom que huían de la esclavitud a la que estaban siendo sometidos en Valaquia, Moldavia, Transilvania y Bukovina, la cual en algunos lugares alcanzó a perdurar hasta las décadas finales del siglo XIX.

- Cuarta Fase: Tiene lugar en el periodo comprendido aproximadamente entre 1870 y 1929 en la que a partir del endurecimiento en varios países de Europa del Este de leyes encaminadas a la forzosa asimilación e integración de los Rrom y del desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, en el contexto del fenómeno migratorio de europeos hacia distintos destinos de América Latina, muchos patrigrupos familiares optaron por atravesar el Atlántico y seguir las huellas de aquellos que ya lo habían hecho décadas atrás.

- Quinta Fase: Se inaugura a partir del ascenso en 1933 de Adolfo Hitler al poder en Alemania, que derivó inicialmente en la promulgación de leyes de “higiene racial” que afectaron duramente a los Rrom que pasaron a ser considerados como una “raza indeseable” y como tal quedaron en el radar de los programas de exterminio que fueron usados contra otros pueblos y poblaciones y termina coincidiendo con la finalización de la Segunda Guerra Mundial.

- Sexta Fase: Que va desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad y se caracteriza por un cíclico y pendular flujo de inmigración y emigración de patrigrupos familiares Rrom que se da entre Colombia y los países del continente, lo cual pone de presente la persistencia de sus movimientos transfronterizos. Uno de los eventos más importantes que se escenificaron durante esta fase fue el abandono de las carpas y su definitivo establecimiento en casas, lo cual ocurrió a finales de la década de los sesenta del siglo pasado.

Un pueblo ágrafo que no ha podido contar su propia historia

4. ¿Pero a qué se debe que las referencias históricas sobre los Rrom en Colombia sean muy pocas y a veces casi inexistentes? Esa situación obedece, en principio, a cuatro razones:

- La primera de ellas es que, dadas las incesantes persecuciones de que eran víctimas los Rrom en España y en toda Europa, se hicieron ingentes esfuerzos por desaparecer hasta su mismo etnónimo. Son varias las referencias en España que evidencian que la corona, en su afán integracionista y asimilacionista, prohibió expresamente la utilización del nombre gitanos.
- Era lógico que si había taxativas prohibiciones de la corona española para que los Rrom ingresaran y permanecieran en las colonias americanas, estos no tuvieron otra alternativa que refugiarse en la invisibilidad.
- En la sucesión de acontecimientos históricos de significación nacional o regional, los Rrom no fueron testigos mudos y pasivos como pareciera se los pretende abordar, sino que desde el universo cultural de sus kumpeniyi interpelaron a la sociedad mayoritaria, y a partir del despliegue de variadas estrategias supieron enfrentar las vicisitudes y contingencias derivadas de las diversas conflictividades que han caracterizado la historia del país, sin embargo dado que el Rrom ha sido un pueblo ágrafo, no quedaron registros que dieran cuenta de ello.
- Una concepción del tiempo que se aparta de la linealidad y secuencialidad pasado-presente-futuro, para valorar la significación histórica del aquí y del ahora que se levanta como un palimpsesto de temporalidades diversas acumuladas durante un milenio de constante fluir por los resquicios y márgenes de las sociedades sedentarias.

Historia, memoria y olvido

5. Hay un predominio incuestionable de la “historia viviente” por encima de la “historia pasada”, la cual sólo tiene importancia en la medida en que contribuye a delinear una conciencia histórica funcional a las contingencias y vicisitudes actuales. La conciencia de un eterno presente y la preponderancia del aquí y del ahora derivan en unas particulares concepciones del tiempo alejadas de la linealidad, la secuencialidad y lo cíclico, para tomar rumbos que, al cabalgar sobre las contingencias, parecen arbitrarios. Así las cosas, como pueblo nómada que está en permanente movimiento, su carga debe ser liviana, razón por la cual evita a toda costa, recordando apenas lo indispensable, que la memoria de su pasado se convierta en un pesado fardo, y que el inexistente futuro se torne en una quimera distractora. La concepción particular que sobre el tiempo tienen los gitanos está determinada en buena medida por la confluencia de dos dinámicas diferentes. En primer lugar, por su atávico nomadismo, el cual configura ante todo una visión del mundo en la que el movimiento, la circulación y el fluir constantes son fundamentales y, en segundo lugar, por la enorme significación que adquiere el presente, en la medida en que es lo único real, tangible y sobre lo cual se incide de manera más directa. En este contexto el tiempo es maleable y le pueda dar contenidos variados.

Esta concepción particular que los Rrom tienen sobre el tiempo se expresa, entre otros aspectos, en los siguientes:

- El pasado no sólo se reescribe, sino que se modifica y se reinventa atendiendo a las circunstancias y contingencias del presente. Verbi gratia, a su llegada a Europa en el siglo XVI no tuvieron ningún problema en sostener un pretendido origen en Egipto Menor y hoy en día cada vez más son los gitanos que no tienen ningún problema en reivindicar un supuesto origen en una de las 12 tribus de Israel.
- Los hitos que convocan la rememoración del pasado se corresponden con episodios vividos en el seno de los patrigrupos familiares, así es que un determinado acontecimiento es tanto más significativo, cuantos más patrigrupos familiares hayan terminado involucrados. En este sentido, por ejemplo, eventos como un abiao o un pachiv pueden resultar referentes mucho más relevantes para construir una narración, que un hecho de gran repercusión nacional o internacional.
- Para que un evento ocurrido por fuera del patrigrupo familiar sirva como hito para tejer una narrativa sobre su discurrir en el tiempo, necesariamente éste debe haber impactado elementos de su universo cultural y sólo de esta manera, inscrito en sus imaginarios colectivos, es que adquiere significación, tal y como sucedió con el O Porrajmos oSamudaripen, que es la manera como los gitanos evocan las consecuencias negativas que les implicó la Segunda Guerra Mundial.
- El nómade se caracteriza por llevar un equipaje ligero y ello incluye el que se lleva en la memoria, razón por la cual el conocimiento sobre su propia historia no logra trascender más allá de tres generaciones, conservándose únicamente los fragmentos que son fundamentales para insertarse adecuadamente en el entramado de relaciones que componen la organización social tradicional.
- Se despliegan diversos dispositivos del zakono rromanó que favorecen un olvido selectivo de aquellos sucesos cuya recordación resulta ya sea un pesado fardo para la memoria o una carga onerosa para el afrontamiento del presente.
- Más que procurar el esclarecimiento de la verdad, la mirada que los propios gitanos arrojan sobre su historia se levanta sobre la construcción de verosimilitudes, que son explicaciones sobre los hechos, los cuales más allá de preguntarse sobre su veracidad o no, se validan en la medida en que contribuyen a la cohesión social.
- Un profundo temor a las consecuencias negativas que pueda ocasionar la intervención, en el aquí y en el ahora, de los muléo espíritus de sus muertos, marca determinantemente la forma como los Rrom rememoran episodios de victimización, especialmente aquellos que comportaron víctimas fatales, razón por la cual rehúyen el referirse a los asuntos relacionados con sus familiares fallecidos.
- El olvido de sus muertos, más allá de la realización de las pomana, es una estrategia para restablecer el equilibrio que se ha roto cuando sobreviene una muerte. Este olvido se traduce en que los Rrom nunca volverán a visitar las tumbas de sus parientes muertos.
- Las posibilidades del recuerdo aparecen estrechamente asociadas tanto a las ventajas que en el contexto presente revista dicho ejercicio como al hecho que no implique una transgresión a los valores del zakono rromanó que regulan y norman las relaciones sociales y culturales.

Si a las particularidades de su memoria y al lugar, digamos secundario, que allí ocupan sus muertos, se añaden los atávicos y arraigados temores que los gitanos sienten por las instituciones de la sociedad mayoritaria y sobre todo por la manera en que los gadyé resuelven sus conflictos y controversias, se encontrará un escenario muy hostil si se pretende que los gitanos hablen sobre los hechos violentos de que han sido víctimas en el contexto del conflicto armado interno colombiano.

Ciertamente el panorama no podría ser más desolador; nos encontramos así ante un protagonista colectivo que no quiere hacer más pesada su memoria con recuerdos dolorosos, que no le gusta acordarse y menos hablar acerca de sus muertos y que siente que los gadye siempre escarban sobre sus vidas con propósitos inconfesables.

Por Yoska Bimbay. Secretaría Operativa del Proceso Organizativo del Pueblo Rrom (Gitano) de Colombia, PRORROM.
El Orejiverde agradece la gentileza de Juan Carlos Gamboa Martínez por compartir este documento.
Imagen del artículo: Pintura de Uaira Uaua (artista Inga)
Fecha: 4/3/2021