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El pueblo munduruku de la Amazonia brasileña envió una fuerte carta al Ministerio Público Federal (MPF) y a la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) sobre entradas a su territorio y amenazas a su plan de vida

“Nosotros, mujeres, guerreras y guerreros, cacicas y caciques, chamanes, estudiantes, maestros y líderes de 33 aldeas de los ríos Tapajós, Cururum, Rio das Tropas, Kajeredi, Kabitutu y Anipedi, reunidos en la aldea Jacaré Velho los días 20 a 22 de junio de 2016 para realizar el tercer taller de formación de mujeres mundurukú sobre las amenazas a nuestro pueblo y nuestro plan de vida, discutimos mucho sobre lo que está sucediendo en nuestro territorio Mundurukania.

Discutimos que nuestro pueblo siempre vivió en la cuenca del Río Tapajós, que siempre nos dio todo lo que necesitamos: las plantas para comer, hacer nuestros ornamentos, pintar a nuestros guerreros, guerreras, niños y a todo el pueblo, curar nuestras enfermedades y hacer nuestras ceremonias; todos los ríos, que son nuestras calles para encontrarnos y jugar y que nos dan sustento mejor que los supermercados de los pariwat; la tierra negra para hacer nuestros cultivos; y nuestros lugares sagrados, donde nuestra historia, nuestros antepasados y nuestros espíritus viven y nos protegen. Por eso somos una sola nación, la Nación Munduruku, dueña de la Mundurukania ayer, hoy y siempre.

Nosotros sabemos que muchos pariwat quieren lo que es nuestro. Algunos quieren nuestro monte para sacar madera, o quieren voltear nuestros árboles para imponer monocultura de soja y de ganado. Algunos quieren lo que hay debajo de nuestras tierras: oro, diamantes y otros minerales para venderlo a los extranjeros. Algunos quieren nuestros ríos para hacer represas y después canales para trasladar soja y minerales. Algunos quieren las márgenes de nuestros ríos para construir puertos de carga de cereales. Y hay algunos que quieren nuestros conocimientos, unos porque quieren ayudarnos, otros porque quieren complicar nuestras vidas.

Nosotros dijimos que conocemos lo que es nuestro y sabemos que los pariwat quieren robarnos. Y avisamos que vamos a defender lo que es nuestro porque si nosotros entráramos en el patio de un pariwat y nos lleváramos su bicicleta, él también se defendería. No queremos garimpeiros, explotadores de palmitos, madereros, barrageiros, criadores de ganado ni sojeros en nuestra tierra. ¡Queremos fuera a todos los invasores! ¿Dónde están la Funai y el Ministerio Público Fiscal para sacarlos?

Pero también dijimos que no precisamos de nadie para decir cómo son y viven nuestros peces, nuestras aves, todos los animales. Nosotros sabemos dónde están nuestros lugares sagrados y para nosotros eso es suficiente. Estamos orgullosos de todo lo bonito que hay en nuestro territorio: nuestros ríos, nuestro atardecer, nuestras aves, nuestros animales, nuestro monte, nuestras nubes. Las personas pueden venir a visitarnos y ver lo linda que es Mundurukania sin sacárnosla.

Pero no queremos que alguien entre en nuestra casa y comience a mapearnos sin que hayamos pedido que lo hagan. No permitimos la entrada de investigadores del gobierno para construir represas, ni nos gusta que registren nuestras vidas, nuestras cosas, nuestra historia ni nuestros lugares sagrados si nosotros mismos no les pedimos que lo hagan. Sabemos que algunos pariwat tienen modos de mirar y medir el mundo que hasta podrían ayudarnos, pero queremos que nos respeten y nos pregunten antes.

Los munduruku ya hicimos un protocolo que dice que ningún investigador puede entrar en nuestras tierras sin nuestra invitación. Porque nosotros tampoco abrimos la puerta de la casa de los pariwat y entramos a registrar los cajones y los retratos de las paredes y el perro del patio, sacando fotos de todo para mandar quién sabe adónde. Si hiciéramos eso nos expulsarían de sus casas, dirían que estamos reuniendo informaciónn para dársela a un ladrón y entrar a robarles todo después. Por eso dijimos que lo mismo vale para los investigadores.

También dijimos que la Nación Munduruku es una sola y que si alguien entrara e investigara en nuestra casa, tiene que preguntar a todos: al padre, la madre, el hijo, la hija, la abuela y el abuelo. No alcanza con que el hijo invite si la madre y el padre no estuvieran de acuerdo. Todos los mundurukú tienen que estar de acuerdo cuando un investigador entre en nuestro territorio, porque los animales, el río y en especial los lugares sagrados son de toda la Nación Munduruku. La instancia de decisión es la Asamblea General de la Nación Munduruku.

Por eso pedimos al Ministerio Público Federal y a la Funai que estén atentos a las actividades de investigación que no fueron solicitadas por todos nosotros y que pueden hacer con las informaciones cosas que ni sabemos. Solicitamos al MPF que pregunte a los investigadores que están en nuestro territorio si están por invitación de la Nación Munduruku. Si no lo están, antes de mapearnos a nosotros mismos u nuestras cosas, que nos pidan autorización.

Nosotros vamos a decidir si son bienvenidos o no. Si no estuviéramos de acuerdo, tienen que irse. También queremos que el MPF y la Funai garanticen que todos los estudios sobre nuestros lugares sagrados se nos devuelvan, porque somos nosotros los guardianes de todos nuestros lugares y objetos sagrados.

Firman los representantes de las aldeas Jacarevelho, Jacarezinho, Sai-cinza, Burutituba, Ariramba Kajeredi, Campinho Kajeredi, Corimã Kajeredi, Fazendinha Tapajós, São João Rio das Tropas, Barro Vermelho Rio das tropas, Centrinho Rio das tropas, Santa Cruz, Restinga, Morro do Korap, Missão Cururu, Bananal Rio das Tropas, Kaba Iboy, Aldeia Nova Fazenda Tapajós, Waro Apõmpu, Terra Preta Anipedi, Terra Preta Rio das Tropas, Karapanatuba, Daje Kapap, Campinho cururu, Boca da Estrada Cururu, Kaburu’a, Boca das Piranhas, Piquiarana, Apiaka, korap Yatpu, Sawbiorebu, Waro iboybu y Traíra”

Notas del traductor
Pariwat: criollo, blanco, extranjero.
Garimpeiros: buscadores de metales o piedras preciosas (oro, diamantes, etc.)
Barrageiro: trabajador golondrina de construcciones (represas y otras grandes obras).

Fuentes: Pressenza / Redacción Mar del Plata, Alicia Blanco (traducción)
Mundurukania, Brasil
Fecha: 2/7/2016

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