Una inquietante ola de suicidios de chicos y adolescentes preocupa a comunidades indígenas de Ontario, Canadá

“Cuando el gobierno dice que la falta de agua potable en las reservas es un problema complicado a resolver y uno ve esos aviones jets que despegan cuando hay un terremoto al otro lado del mundo y se las arreglan para bombear agua limpia en aquellas áreas en las 24 horas y aquí ¿se deja languidecer a los niños sin un vaso de agua limpia? Esto parece muy normal en Canadá porque ¡el problema existe desde hace tanto tiempo! “. Estas palabras pertenecen a Cindy Blackstock, Directora Ejecutiva de la Sociedad de Atención a Niños y Familias de las Primeras Naciones de Canadá.

En enero pasado, dos niñas de 12 años murieron por suicidio en la Primera Nación de Wapekeka en el norte de la provincia de Ontario. En ese momento, los líderes indígenas pidieron acciones urgentes. Después de que Chantell Fox y Jolynn Winter murieron un juez de la provincia de Ontario vinculó sus muertes a la falta de fondos federales. Eso fue hace seis meses.

Hace un mes cuatro jóvenes se han suicidado en Pikangikum, otra remota nación en el norte de Ontario. Pikangikum y Wapekeka son ambas parte de la Nación Nishnawbe Aski (NAN). Hasta ahora, este año, 20 miembros de NAN han muerto por suicidio. Eso se compara con los 17 suicidios en todo 2016. Entre los más jóvenes que tomaron sus vidas había un niño de 10 años. En junio, Wapekeka declaró el estado de emergencia debido a una crisis de salud mental en el lugar.

Si bien los temas que conducen a los suicidios son complejos y variados, un juez de Ontario ha vinculado las muertes de las dos niñas de 12 años en Wapekeka a la falta de fondos por parte del gobierno. Cindy Blackstock ha pasado la última década luchando por la igualdad de financiación de los servicios para niños en las reservas. “Las historias de los jóvenes que mueren en estas reservas son desgarradoras, y prevenibles”, dice.

Canadá discrimina a los niños en las reservas

Blackstock junto con la Asamblea de las Primeras Naciones (APN), llevó al gobierno federal ante el Tribunal Canadiense de Derechos Humanos en 2007. Ella y la APN argumentaron que el gobierno federal discrimina a los niños indígenas que viven en la Reserva financiándolos menos que a los niños fuera de ella.

“En promedio, los niños en la Reserva reciben por lo menos 20 por ciento menos de fondos que otros niños en Canadá. Y eso afecta a los niños” dice Blackstock.

La sentencia de discriminación

En enero de 2016, el Tribunal Canadiense de Derechos Humanos dictaminó que el gobierno federal discriminaba a los niños indígenas y ordenó a Ottawa que aumente los fondos y servicios para niños en la Reserva.

“¿Por qué nuestros hijos no son tratados con la misma equidad y el respeto que cada otro niño tiene? No lo entiendo”, dice Blackstock en el programa Day 6 del radiodifusor público CBC.

El gobierno federal gastó más de 5 millones de dólares luchando contra el caso en el tribunal. Desde la decisión del tribunal, Ottawa ha gastado más de 700.000 dólares luchando contra el fallo.

Cómo la falta de fondos se relaciona con la crisis de salud mental

Blackstock explica que el modo de vida en las más remotas Primeras Naciones del Norte es mucho más difícil debido a las desigualdades en la financiación. Señala que las cosas que otros canadienses dan por sentado, como la electricidad y el agua potable, pueden ser un desafío o no existir en las Reservas.

“El forense de esa zona dijo que las muertes de esas dos niñas eran evitables y vinculó la idea de que podrían haberse impedido si no fuera por el incumplimiento por parte de Canadá de la decisión del Tribunal Canadiense de Derechos Humanos”.

En 2011, la Oficina del Juez de instrucción de Ontario publicó su informe sobre los suicidios de 16 jóvenes en Pikangikum durante el período de 2006 a 2008. El informe indica que de las 450 viviendas en Pikangikum en aquel momento, 340 no tenían tuberías internas o agua corriente. El informe del juez también citó la falta de conexión a la red hidroeléctrica, las viviendas precarias, la falta de empleo remunerado y la falta de seguridad alimentaria y de agua como desafíos diarios.

Los prejuicios hacia los niños

“En lugares del Tercer Mundo, por lo menos tenemos una expectativa de compasión porque la gente recibe menos, pero debido a la desinformación en Canadá, muchos canadienses piensan que las Reservas están recibiendo más fondos”, dice Blackstock.

“Y luego”- agrega- “los niños comienzan a internalizar, y a tener problemas de salud mental y entonces esos servicios injustos se acumulan también porque no hay ayuda para esos niños, al menos no en el mismo nivel en el que está disponible para otros ”.

“Tenemos que dejar de excusarnos y tenemos que levantarnos de una vez y decir: ‘Esta es una generación de niños de las Primeras Naciones, Inuit y Métis que nunca recuperarán su niñez’ – sentenció.

Poner fin a la discriminación

Blackstock hace referencia a una declaración reciente del primer ministro Justin Trudeau de que su gobierno aún tiene que consentir con la decisión porque las Primeras Naciones no están listas.

“Nuestros hijos están listos para la igualdad, hemos estado listos durante 150 años”, exclama Blackstock. “A menos que tengamos una oportunidad justa de ser capaz de cambiar la situación para nuestras familias, vamos a seguir viendo una repetición de esta horrible tragedia, y pérdida de vidas y pérdida de infancia para los niños”.

La afirmación de que las Primeras Naciones no están listas tiene “ecos desafortunados del tipo de matices coloniales que hemos oído de los gobiernos en el pasado” dice y agrega: “Creo que el gobierno canadiense ha incorporado esta discriminación racial en su ADN a un nivel tal, que lo racionaliza y lo excusa”.

Una Carta de Salud

Una reunión especial entre líderes federales e indígenas se llevó a cabo el pasado lunes 24 de julio para discutir la crisis del suicidio. En la misma se decidió crear una Carta para reformar el sistema de salud de las Primeras Naciones. La ministra federal de Salud, Jane Philpott, y su homólogo de la provincia de Ontario Eric Hoskins se sentarán con Alvin Fiddler, Gran Jefe de la Nación Aski Nishnawbe para firmar una Carta de principios en este sentido.

Fiddler es el jefe de una organización que representa a 49 comunidades en el norte de Ontario. Los ministros Philpott y Hoskins dijeron que el sistema sanitario necesita cambios profundos, especialmente para luchar más eficazmente contra los suicidios en algunas comunidades. Las Primeras Naciones esperan obtener más control después de la esperada reforma.

Por Leonora Chapman
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Fuente:
RCI, Radio Canadá Internacional
http://www.rcinet.ca/es/2017/07/24/la-infancia-perdida-de-ninos-de-las-primeras-naciones/
Fecha: 28/7/2017