A pocos días del asesinato de la lideresa lenca Berta Cáceres, ahora se repite la historia con otro dirigente indígena. Las autoridades tienen la obligación de poner freno a estos gravísimos hechos y hacer justicia

Nelson García tenía 38 años y 5 hijos. También era integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), así como lo fue Berta Cáceres. En la tarde del martes 15 de marzo, a menos de diez días del asesinato de Berta, Néstor fue asesinado de 4 balazos en la cara por un sicario, mientras estaba en su casa con sus hijos.

Según denunció esa organización y también la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, Nelson había apoyado la recuperación de tierras de Río Lindo, que ese mismo día fue violentamente desalojada, “un violento desalojo por parte de la policía militar y cobras”, denunciaron las organizaciones.

Afirmaron además que dos miembros de la Coordinación General del COPINH están siendo amenazados con ser capturados por la policía. Según reportaron desde Honduras, ellos se encuentran junto a los desalojados de Río Lindo, atendiendo a los heridos y a los afectados.

Berta Cáceres fue asesinada en su casa en Esperanza, Honduras el pasado 2 de marzo cuando hombres armados entraron y le dispararon a quemarropa. Junto a ella estaba Gustavo Castro, también defensor de derechos humanos, integrante de Otros Mundos Chiapas, a quien, a pesar de estar herido y siendo un testigo presencial de esa noche, no se le ha permitido salir de Honduras a pesar de los riesgos que corre allí su integridad física.

“Alertamos a la solidaridad nacional e internacional. Hasta cuando seguiremos soportando más asesinatos de los que luchan por un mundo más justo, por el derecho a la tierra, por un techo digno, por un trabajo digno y no explotado. Basta ya de exterminio a los pueblos indígenas, negros y campesinos”, reclamaron en un comunicado.

Desalojos y movilizaciones indígenas

En un informe de novedades, la Policía Nacional desmintió que el crimen esté ligado al activismo de Garcia en el movimiento indígena, tal como lo han estado manejando en el caso de la lideresa ambientalista Berta Cáceres Flores.

Marleny Reyes, dirigente del COPINH, denunció por su parte que su compañero, Nelson García fue asesinado a diez minutos del lugar del desalojo mientras se dirigía a su casa.

Desde tempranas horas del pasado martes, la Red Nacional de Defensoras informó que 150 familias indígenas lencas fueron desalojadas violentamente por 10 patrullas de efectivos de la policía nacional preventiva, de la Policía Militar, además de dos tanquetas instaladas en los predios de Rio Chiquito, municipio de Rio Lindo, departamento de Cortés.

Las acciones de desalojo se emprendieron en horas de la mañana a vista de los Copines (integrantes del COPINH) y mientras se enteraban de la noticia del segundo dirigente del COPINH asesinado.

Tras el desalojo efectuado por los agentes policiales y militares, varios dirigentes del COPINH fueron perseguidos para detenerlos, informó Marleny Reyes. La dirigente indígena manifestó que están tratando de recoger información y evidencias para saber de qué forma le dieron muerte al compañero para luego hacer una denuncia pública a todos los organismos de derechos humanos para defender los derechos indígenas del COPINH.

Además ponderó el alto riesgo que corren por la persecución que a cada momento les hacen por parte de los terratenientes con la complicidad de los cuerpos represores del Estado.
Finalmente agregó que, la represión, intimidación y amenazas han arreciado los últimos días hacia sus compañeros que se encuentran en una lucha de resistencia por recuperar las tierras y preservar los recursos naturales.
Este nuevo crimen se produce en vísperas de una movilizaciòn convocada para “conmemorar la vida y lucha de nuestra compañera Berta mediante las formas que ella nos enseñó, la lucha enérgica, continua e innovadora”.

“Sabemos” -continúa el texto de la convocatoria- “ que la mejor forma de responder a este ataque de guerra contra el pueblo es la movilización y la construcción de las alternativas a este sistema de despojo desde nuestras cosmovisones, formas de vida y existencia, mediante la práctica de controles territoriales y la protección de nuestros bienes comunes y de la naturaleza.

Con la fuerza ancestral de Lempira, Mota, Etempica, Berta, se levantan nuestras voces llena vida, justicia y paz. La Esperanza, Intibucá, Honduras” . concluye el texto de la convocatoria. Que asi sea

Por ElOrejiverde
Fuentes http://desinformemonos.org./ BBC Mundo/ http://noticias.terra.com.ar/http://www.nodal.am
Fecha: 17/3/2016

Nota relacionada:
Su arma era su voz, 4 de marzo de 2016