Qullqicha Ñuqa Ima, Platero y yo

La famosísima obra de Juan Ramón Jiménez que narra la historia del entrañable burro y su compañero humano podrá leerse ahora también en quechua
Qullqicha, chukchasapa, llamp’u, hawanmanta may llusq’u, rit’i millmahina nisunman, mana tulluyuq hina. // Yana chinchi ñawisnillan sinchis rikukunku may yana qhispis hina.
PLATERO es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Platero y yo, la gran obra de Juan Ramón Jiménez y la más traducida de habla hispana después de El Quijote, podrá también se leída en quechua. El Instituto Riva-Agüero de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP) y la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) presentaron la traducción al quechua de esta obra emblemática de la literatura publicada originalmente en 1914.
La idea de editar ‘Platero y yo’ en lengua quechua surgió como parte del programa de actividades culturales y editoriales que se desarrollaron para celebrar el centenario de la publicación.
En la traducción de ‘Platero y yo’ al quechua participó la UNIA, institución que también reeditó esta obra en versión de lectura fácil. La UNIA gestionó esta publicación con la colaboración de los herederos de Juan Ramón Jiménez (Carmen Hernández-Pinzón Moreno); las fundaciones Zenobia-Juan Ramón Jiménez (que conserva y difunde su legado), Caja Rural del Sur y Morera & Vallejo; y la Diputación y la Universidad de Huelva.
La llegada de esta obra al quechua, lengua hablada por unos diez millones de personas en Perú, Ecuador y Bolivia es un “un hito histórico”, señaló Alfonso Bilbao, impulsor de la iniciativa, a la agencia EFE.
El proyecto tuvo su punto de partida como una idea de Bilbao hace cuatro años, quien entendía que la literatura tenía "una deuda histórica con los idiomas originarios de América", por eso le propuso a su amigo Antonio Ramírez Almansa, director de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, la traducción de la obra a uno de los idiomas autóctonos más extendidos, el quechua, al que hasta ahora sólo han sido traducidos la primera parte de El Quijote, de Miguel de Cervantes, y El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry.
El profesor Tito Torres Fernández fue quien ayudó en la traducción y el resultado es esta primera edición que no sólo es la primera en quechua, sino también la primera bilingüe.
La edición viene acompañada de un CD que "permite escuchar la fonética de la lengua y seguirla con el texto", lo que brinda la posibilidad de "disfrutar de esta lengua, conocerla y aprenderla", informó Bilbao, lo que le da también un marcado carácter pedagógico y educativo, ya que se pretende que sea "un libro vehicular" para que los niños aprendan ese idioma.
Los editores han previsto publicar 3.000 ejemplares en la primera edición, la mitad de los cuales será donada a escuelas bilingües de Bolivia.
Sapanta kacharini, // sach’ara k’illkakunamantaq ripun, // siminwantaq ñak’ayllata munaykacharikun,// ñak’ayta llamkhaspa, rosas t’ikakunata, qhusikunata q’illukunata ima... /// “¿Qullqicha?” nispa tukuy kusiy waqyani ñuqamantaq sink’urispa chimparimuwan asikuwanmampis hinata kusiyta phinkiykacharin... ///
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Fuentes: http://perufolklorico.blogspot.pe/ http://peru21.pe/ http://www.mdzol.com/ EFE/ ElOrejiverde
Fecha: 6/12/2015
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- Escrito por http://perufolklorico.blogspot.pe/ http://peru21.pe/ http://www.mdzol.com/ EFE/ ElOrejiverde
- Categoría: Toda la tierra es una sola alma