El año nuevo günün ä küna

Más allá de las habituales celebraciones coincidentes con el solsticio de invierno, los pueblos cazadores de Sudamérica festejan la Primavera como el inicio de un Nuevo Ciclo Vital
La vida está llena de ciclos, muchos de ellos provenientes de la naturaleza. El hombre a veces los acompaña y otras los impone de acuerdo a sus pautas culturales.
Estas fiestas occidentales que en estos días celebramos poco tienen que ver con los ciclos propios del sur del planeta. Sin embargo, por ser parte de la cultura del conquistador, se nos han impuesto. Un lugar común cuando hablamos de estos temas es la comida, rica en grasas y calorías necesarias para el invierno europeo pero no para nuestro verano.
Un ciclo que se ha hecho conocido en los últimos tiempos es el Inti Raymi o Fiesta del Sol de los pueblos del Tawantinsuyu y el Wiñoy Xipantu del pueblo mapuche. Ambos están en relación con el solsticio de invierno que es el momento en que el Sol tiene su máxima distancia con la Tierra; a partir de ese momento el Sol comienza a acercarse y del abrazo de sus rayos a la Madre Tierra nacerá la vida.
Entre los mapuches la fecha para celebrar el Wiñoy Xipantu es el 21 de junio y el argumento que expresan los hermanos tiene variantes: algunos creen que es una estrategia para combatir el festejo de San Juan impuesto por los españoles, esta seríaa una versión política de la celebración. Otros en cambio tienen una mirada más cósmica que está más ligada al solsticio de invierno.
Entre los andinos del norte el Inti Raymi dura cuatro días donde se renuevan la tierra, el fuego, al aire y el agua, uno cada dia. Interesante este punto porque cuando se legisló el Año Nuevo indígena en la Argentina solo se pidió un dia, cuando se debieron pedir cuatro, si es que caminamos de acuerdo a nuestra cosmovisión.
La celebración del solsticio de invierno está muy ligada a los pueblos agricultores y sedentarios, que pautan sus actividades de acuerdo a los ciclos lunares y solares. Una muestra concreta de ello es la chakana andina, un calendario que contempla los momentos de siembra, de cosecha, de marcación y nacimiento de animales. Calendarios similares podemos encontrar también dentro del mundo mapuche.
Esta celebración del 21 de junio se ha difundido muchisimo entre los pueblos indígenas de la Argentina, de manera tal que pueblos transhumantes y cazadores recolectores también la han tomado aunque poco tengan que ver con su cosmovisión y su caminar al lado de la Naturaleza.
Otros pueblos han comenzado a celebrar otro ciclo vital distinto a los anteriormente mencionados. Los guaraníes celebran la Primavera que es cuando florecen los lapachos.
Los günün ä küna festejamos la Primavera en el momento en que nacen los primeros chulengos (la cria de los guanacos) que es entre septiembre y noviembre en Pampa y Patagonia. Podriamos sumar a estos pueblos muchos otros de la zona selvática que sabemos celebran la Primavera con ritos, danzas y canciones pero que todavía dicha conmemoración
no ha tomado cuerpo ni está debidamente fundamentada.
Pensar en un Año Nuevo quizás no sea lo más correcto en el mundo indígena. Si es aceptable la idea del Ciclo. Algunos creen que morimos cuando se pone el Sol y que renacemos cuando amanece, otros nos hablan del Pachakuti, que duraría aproximadamente 500 años del calendario gregoriano. Otros no tienen tiempo cronológico sino que dependen de las acciones de los hombres, como los relatos de las dos Serpientes Treng Treng y Kai Kai. Otros son proféticos como cuando nuestros mayores tras ser sometidos en la “conquista del desierto” auguraron Cien años de Silencio; o más simplemente cuando el cacique Catrunao Pincén ya capturado por las tropas y al ser consultado sobre como lo pudieron apresar el contestó: “ todo hombre tiene su tiempo”
Por Luis Eduardo Pincén
Fecha: 2/1/2017
Notas Relacionadas:
Ijypy Arapyaú, Año Nuevo mbyá guaraní , 31 de diciembre 2016
Año Nuevo Indígena, los pueblos originarios se aprestan para la Gran Celebración , 20 de junio 2016-
- Fuente
- Escrito por Luis Eduardo Pincén
- Categoría: El don de la palabra