¿Cuál es el lugar que ocupan los Rrom en el Ministerio de Igualdad y Equidad de Colombia?

Desde El Orejiverde, se comparte una carta abierta dirigida a la Vicepresidenta de Colombia, Francia Elena Márquez Mina, por parte de quien fuera la Directora para la Igualdad y la Equidad del Pueblo Rrom, Ana Dalila Gómez Baos, perteneciente al Proceso Organizativo del Pueblo Rrom (Gitano) de Colombia —PRORROM.
En dicho texto, y con un carácter crítico, se presentan las razones que tuvo Ana Dalila para publicar su opinión sobre la designación y posterior renuncia de su cargo como Directora, en un puesto clave para el entendimiento cultural del pueblo colombiano y el pueblo gitano.
Carta abierta: ¿Cuál es el lugar que ocupan los Rrom en el Ministerio de Igualdad y Equidad de Colombia?
A finales de 1997 y contra todo pronóstico, un puñado de familias gitanas residentes en el municipio de Girón, Santander, decidieron levantar su voz para enfrentar con firmeza y decisión los prejuicios y estereotipos discriminatorios que el periódico “Vanguardia Liberal” hizo circular en su edición del día 27 de diciembre de 1997, al prevenir a los turistas para que no se dejaran engañar de las mujeres gitanas que se congregaban en la plaza principal de la ciudad para ejercer el ancestral oficio de la quiromancia.
Aquel valiente gesto de resistencia, sin precedente en la larga e histórica presencia de este pueblo en el país, la cual se remonta de manera difusa al período de la colonización hispánica, pero que se hace marcadamente más clara a partir de las últimas décadas del siglo XIX, dotó de un significativo aliento a sus integrantes para dar los pasos certeros en la dirección de la constitución del Proceso Organizativo del Pueblo Rrom (Gitano) de Colombia —PRORROM, organización etnopolítica y social que ya completa 27años de existencia y que tiene como fines y propósitos la defensa de los derechos colectivos de este pueblo tradicional y culturalmente diferenciado, el cual, sin duda, ha hecho inconmensurables, pero infortunadamente ignorados, aportes a la construcción de la nacionalidad colombiana.
Así, caldereros y herreros Rrom fueron clave en la industria de la forja de metales a lo largo y ancho de la geografía nacional, sobre todo en ese proceso llamado de la colonización antioqueña, en el centro-occidente del país. Además, fueron gitanos los que, en regiones como el Caribe, abastecieron de mulas y caballos a no pocos emprendedores del campo y campesinos allá por donde transitaban en aquellos momentos en los que podían practicar su inveterado nomadismo. Asimismo, “Cien años de soledad” no se explica ni se entiende, sin la presencia cumbre del mítico gitano llamado Melquiades en la magna obra de nuestro premio Nobel Gabriel García Márquez.
Con PRORROM la sociedad gitana inauguró un ciclo de acciones colectivas y de reivindicaciones que, entre otras cuestiones, han posibilitado una importante visibilidad académica, pues para 1997 en Colombia sólo había un trabajo de tesis sobre los Rrom. Esto quiere decir que el pueblo gitano en el país no existía para la historia, la sociología, la ciencia política, la pedagogía o la antropología. Producto del trabajo de afirmación de derechos de esta organización, más de 50 trabajos de tesis se registran hoy en la modalidad de pregrado, maestrías y doctorados. El espacio organizativo ha sido estratégico para acceder a los medios de comunicación y posibilitar la difusión de contenidos que exalten de manera positiva los valores y marcadores identitarios que comporta y exhiben los Rrom. Igualmente, desde esa instancia organizativa se ha logrado el acceso de algunos de sus miembros al sistema de aseguramiento en salud, el reconocimiento de la lengua propia —shib rromaní— y un conjunto de acciones afirmativa que han tenido como fin el mejoramiento de las condiciones materiales y simbólicas de vida de este pueblo.
En este escenario de reconocimiento, es necesario subrayar su inclusión en la Ley 1448 de 2011, conocida como la “Ley de Víctimas”, y en su Decreto-Ley 4634 de 2011, dedicado exclusivamente a la victimización del pueblo Rrom, así como destacar la creación de un espacio de interlocución permanente con el Estado en el contexto del Decreto 2957 de 2010, mediante el cual promulgó un marco normativo encaminado a la protección de los derechos colectivos del pueblo Rrom, hecho que se materializa en la creación y funcionamiento de la Mesa Nacional de Diálogo. De la misma manera, subrayamos el carácter protector y garantista que ha hecho la Corte Constitucional en sus múltiples sentencias en donde reconoce al pueblo Rrom como parte de la diversidad étnica y cultural de la Nación, y en consecuencia, han sido reiterados sus pronunciamientos para que el Estado defina políticas públicas orientadas a mejorar su visibilidad y calidad de vida en todas las instancias de su existencia.
A pesar de todo esto, el pueblo Rrom sigue padeciendo un irritante saldo deficitario de políticas públicas que le beneficien, hecho inexplicable como quiera que, si bien es importante cualitativamente hablando, él constituye un pueblo demográficamente pequeño. Y no solo esto, sino que su larga historia de sufrimiento y persecución ha sido poco conocida y dimensionada. Con la esperanza de que este último aspecto aquí señalado se superara, fue que se acogió con profunda simpatía, solidaridad, convicción y esperanza, la aspiración presidencial de Gustavo Petro Urregoy de su fórmula vicepresidencial Francia Elena Márquez Mina, a quien los Rrom inmediatamente asumieron como su compañera de lucha por la dignidad y la defensa de los derechos de los pueblos históricamente racializados, discriminados y excluidos por la sociedad mayoritaria, hegemónica y dominante. Los años de lucha de Petro Urrego por un país en paz, diverso e incluyente llevaron a que los Rrom lo apoyaran para hacerlo Presidente de la República. De otro lado, su apoyo a Márquez Mina, adicionalmente derivó de su condición de mujer, afrodescendiente y empobrecida, es decir, por vivir en su cuerpo y conciencia las tres formas de discriminación que sufren muchas mujeres en el país, entre ellas las gitanas.
Ya siendo Presidente y Vicepresidenta, hecho único en la historia social y la cultura política del país, los Rrom vibraron cuando supieron que Leonor Zalabata Torres, una lideresa del pueblo Ijka (Arhuaco), era nombrada como Embajadora de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas: lo cual fue asumido como una clara demostración de que este gobierno tenía y tiene una decidida apuesta por acabar con el atávico racismo institucional, ese mismo que no sólo había violentado a los pueblos originarios, sino que les había negado la posibilidad de ser parte de la esfera institucional del Estado. Y por supuesto que también los Rrom se alegraron cuando conocieron que el afrodescendiente Luis Gilberto Murillo Urrutia fue nombrado en su día como Embajador de Colombia ante el gobierno de EE.UU, un hecho sin precedentes en la historia de la diplomacia colombiana, sobre todo porque el mundo diplomático de la Nación ha sido por excelencia elitista, clasista, aporófobo, racista y discriminatorio. Desde luego que les congratula a los Rrom que Murillo Urrutia sea hoy Ministro de Relaciones Exteriores. En uno y otro caso se evidencia un reconocimiento a dos pueblos ampliamente racializados, excluidos, ninguneados y violentados a través del tiempo, por lo que no se duda en señalar que sus nombramientos son una especie de reparación histórica y afirmación de la memoria de resistencia y lucha de sus pueblos.
En este contexto, los Rrom se alegraron cuando se enteraron que el Gobierno del Cambio nombró a mí, Ana Dalila Gómez Baos, como Directora de la Dirección de la Igualdad y la Equidad del Pueblo Rrom del Ministerio de Igualdad y Equidad, espacio liderado por la Vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina. Este nombramiento que se produjo el 8 de julio de 2024 significó para los Rrom de Colombia, del resto de las Américas y de Europa un hecho de excepcional trascendencia, pues nunca antes una integrante de este pueblo había llegado a ocupar un cargo de tanta importancia en una dirección destinada a atender las necesidades, reivindicaciones y demandas de los gitanos.
Para PRORROM y el movimiento asociativo internacional del pueblo Rrom, este nombramiento revistió un carácter especial porque nunca antes un gobierno en Colombia había dado un paso de esta naturaleza en esa dirección y sentido. En ningún país de América Latina y del Caribe se había producido algo así y no conocemos algo de esta magnitud en Europa. No obstante, si hace un mes los gitanos celebraron este significativo nombramiento, hoy con profunda decepción y asombro le manifiestan a Colombia y al mundo que la Vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina perentoriamente me exigió la carta de renuncia al cargo para no declararme insubsistente. Más allá de los motivos reales de esta decisión, lo que queda en el ambiente es tanto el desconocimiento sobre el pueblo Rrom, pero, sobre todo, la falta de interés y disposición para aproximarse y conocerlo, lo cual terminó siendo visto como una falta de empatía y sensibilidad frente al sufrimiento y dolor que padeció el pueblo Rrom en los campos de concentración y de exterminio bajo el Tercer Reich.
Y se dice esto teniendo en cuenta que antes de mi posesión en el cargo, yo informé a Márquez Minayal Viceministro Nelson Lemus Cruz, que tenía un compromiso inexcusable con el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y el Consejo de la Unión Europea, organismos internacionales que, durante 10días me extendieron una invitación a Polonia ya República Checa para que, como parte de la delegación gitana de las Américas —se seleccionaron organizaciones Rrom de Canadá, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia—, participara activamente en los distintos actos conmemorativos que, desde el 2 de agosto de 2024, se programaron en el marco de la conmemoración del 80 aniversario del fin del Mudardimos o Samudaripen (Holocausto Gitano), entre cuyas actividades estaba la visita a varios campos de concentración y de exterminio, entre ellos, el de Auschwitz-Birkenau, de especial relevancia para los Rrom por dos razones. En primer lugar, porque los gitanos que allí se encontraban confinados en deplorables condiciones escribieron una página gloriosa de su heroica resistencia, cuando el 16 de mayo de 1944 organizaron un valeroso levantamiento contra los nazis que a la postre fue sofocado virulentamente con un trágico saldo de 6.000 gitanos asesinados. Y en segundo lugar, porque entre la noche del 2 y la madrugada del 3 de agosto de 1944, preparando los nazis su huida ante las noticias que llegaban del avance victorioso de los soviéticos, deciden, como parte del desmantelamiento del campo de concentración, asesinar a más de 4.300 gitanos, especialmente adultos y adultas mayores, mujeres, niños y niñas, que habían sobrevivido a la represión del levantamiento de meses atrás.
De estos hechos históricos escenificados en Polonia, en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el movimiento asociativo internacional de los Rrom estableció dos fechas conmemorativas a saber: el 16 de mayo se conmemora el “Día de la Resistencia Rromaní”, en tanto que el 2 de agosto se conmemora el Mudardimos o Samudaripen(Holocausto Gitano).Si bien al comienzo estas conmemoraciones se limitaron a Europa, progresivamente estas fechas han sido asumidas por las organizaciones Rrom de las Américas, reconociendo así, para el caso específico de Colombia, que una de las últimas oleadas migratorias de los Rrom hacia el país estuvo directamente relacionada con la victimización soportada por los gitanos desde 1933,cuando ascendió al poder en Alemania Adolfo Hitler, hasta la derrota del Tercer Reich. Así, no son pocos los Rrom colombianos que perdieron familiares en los campos de concentración y nunca han sido reparados.
De los 10 de días de permiso no remunerado que había solicitado para participar en los actos conmemorativos, sin mayores razones únicamente me autorizaron 5 días. Bajo esta circunstancia y con la intención de adelantar las gestiones para modificar la agenda de trabajo y vuelos, partí para Europa en dónde al llegar informé sobre las limitaciones que habían surgido para estar durante el tiempo originalmente planeado, lo que los organizadores y convocantes lamentaron habida cuenta que la inversión en los tiquetes y toda la logística desplegada en la organización de los recorridos por los campos de concentración y para desarrollar las actividades académicas, gubernamentales, políticas, culturales y espirituales planeadas, proscribían modificaciones de última hora, máxime cuando todo se había organizado con más de tres meses de anticipación. Ante esta situación me puse en contacto con el Viceministro de Igualdad y Equidad, para solicitarle una prórroga por 5 días de permiso no remunerado, pero la única solución que ofrecieron fue que presentar a la carta de renuncia, porque de no hacerlo sería declarada insubsistente, lo cual afectaría mi impecable hoja de vida.
Sin duda, resulta inadmisible que el Ministerio de Igualdad y Equidad haya destilado su más absoluto desinterés, ausencia de solidaridad y falta de sensibilidad frente a la conmemoración del Mudardimoso Samudaripen. Si esto hubiese sucedido en los gobiernos ubicados a la derecha del espectro ideológico, seguramente no habría causado el menor asombro ni tristeza alguna, pues lo suyo ha sido el desprecio por el dolor y el sufrimiento ajeno. La tristeza en este caso deriva del hecho de que haya sido el Ministerio de Igualdad y Equidad de un gobierno progresista el que realizó un despropósito semejante, que ni siquiera los retardatarios gobiernos de la derecha europea se han atrevido llevar a cabo. A la numerosa delegación de gitanos que participaron en los actos conmemorativos del 80 aniversario del fin del Mudardimos o Samudaripen, además de la tristeza y dolor que les embargó rememorar lo acontecido en los campos de concentración y de exterminio de Auschtwiz-Birkenau, Sibibor, Mauthausen, Dachau, Buchenwald, Hododin, Lety, Ravensbrück, etcétera, intempestivamente se sumó la frustración y la indignación —extensiva a los gitanos colombianos—, que les ocasionó el exabrupto que ha cometido el Ministerio de Igualdad y Equidad bajo el liderazgo de la Vicepresidenta Márquez Mina. No se falta a la verdad cuando se afirma que en este caso la discriminación duele más porque la causa quien ha vivido la misma y el racismo en primera persona.
Pero, ya había antecedentes en la Vicepresidencia de la República que indicaban un trato desigual, asimétrico e inequitativo hacia los Rrom. De manera arbitraria se excluyó al pueblo Rrom en el contenido del Decreto 840 de 2023, “por medio del cual se crea la Comisión Intersectorial Nacional de Reparación Histórica para superar los efectos del racismo, la discriminación racial y el colonialismo en los pueblos étnicos del país y se dictan disposiciones para su funcionamiento”. Como tratándose de un oximorón, el pueblo Rrom, que desde su asomo a Europa a finales del siglo XIV y a lo largo de toda su diáspora que lo trajo a las Américas, ha soportado las más variadas y terribles expresiones del antigitanismo y de la rromanofobia, resultó discriminado en el contenido de un decreto que busca resarcir a los pueblos que han sido objeto de racismo, discriminación racial y esclavización.
No obstante, esta situación, los Rrom continúan creyendo y confiando en los cambios que impulsa el gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego en pro de construir una Colombia en donde la igualdad y la equidad sean una práctica plausible y no una falsa y populista prédica. Desde ya se anuncia que organizaciones Rrom y de derechos humanos denunciarán por inconstitucional el referido decreto, al desconocer abiertamente a uno de los pueblos que más ha tenido que soportar a lo largo de la historia, aquí y allá, toda suerte de estigmas y prejuicios racistas y discriminatorios ¿Acaso hay que recordarle a este gobierno, el Gobierno del Cambio, que la Corte Constitucional ha dicho en innumerables sentencias que el pueblo Rrom hace parte de la diversidad étnica y cultural de la Nación y que en consecuencia se le debe respetar y garantizar sus derechos colectivos y que es sujeto de especial protección legal y constitucional?
Esta situación lleva a preguntar: ¿será este el gobierno que sea capaz de garantizar el derecho a la representación política en el Congreso de la República al pueblo Rrom de manera simétrica a como acontece con los pueblos originarios y las comunidades afrodescendientes a las que pertenece la Vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina? Y de igual modo viene bien plantear los siguientes interrogantes: ¿ahora que ya no seré Directora de la Igualdad y la Equidad para el Pueblo Rrom, cómo sucedáneo a quién nombrarán en esa dirección?, ¿quedará vacante el cargo?, ¿acaso será nombrado un gadzhoo una gadzhí? De ser así, de una vez anticipo y anticipamos que el despropósito sería mayúsculo.
Señora Vicepresidenta de la República: forzando mi renuncia como Directora para la Igualdad y la Equidad del Pueblo Rrom y excluyendo a mi pueblo del Decreto 840 de 2023, se está irrespetando, minusvalorando y ninguneando a los Rrom. A manera de colofón, le decimos con sus propias palabras: el pueblo Rrom hace parte de los nadies que usted tanto ha defendido.
Por: Ana Dalila Gómez Baos*
Fecha: 29/08/2024
*Proceso Organizativo del Pueblo Rrom (Gitano) de Colombia —PRORROM
El Orejiverde agradece a Juan Carlos Gamboa-Martínez por compartir esta carta abierta
- Fuente
- Escrito por Ana Dalila Gómez Baos
- Categoría: El don de la palabra