Hace 10 años Santa Rosa vivía un aniversario diferente. En aquella oportunidad, la figura del Cacique Pincén fue el eje central en los actos de celebración por la fundación de la ciudad capital de La Pampa.

Las autoridades del Municipio decidieron homenajearlo con un hermoso monumento como acto de reparación histórica para un antiguo gobernante de las pampas, según consigna una crónica de aquel día.

Este acto de reparación movilizó a vecinos y vecinas de la ciudad, a integrantes de Comunidades Indígenas y descendientes de Pincén entre los que me incluyo; pero, lo que quiero destacar, es que realmente fue un hermoso y movilizante momento para todos. Aquel día inolvidable cerró con un acto en el Teatro Español que contó con la presencia de Osvaldo Bayer, incansable luchador por los derechos de los Pueblos Originarios. En aquella velada también, tuve el honor de representar al Lof Vicente Catrunao Pincén sin saber que tiempo después, los Pincén de La Pampa nos sumariamos al camino de esta Comunidad.

Han pasado 10 años de aquel día tan intenso y aquella noche donde llevé la voz del Lonko Luis Eduardo Pincén y compartí su mensaje en el histórico teatro de Santa Rosa. “Con alegría recibimos la noticia sobre este monumento que se erige hoy en la memoria del Lonko Vicente Catrunao Pincén. Lamentamos no poder acompañarlos en este acto, pero a través del hermano Daniel Pincén les hacemos llegar nuestra adhesión y mensaje”; así comenzaba el mensaje de Luis Pincén.

“Respetamos y valoramos todas las acciones que tiendan a rescatar nuestra cultura y nuestro pasado, pero creemos que ha llegado el momento de trabajar seriamente y en profundidad para no cometer errores o quedar en un nivel folclórico de este rescate”, continuaba el Lonko. “Quisiéramos aportar una breve consideración sobre los animales que acompañan al monumento del cacique. Todos los nombres están ligados a algún elemento de la Naturaleza y ese nombre tiene una energía denominada Pülli. La misma proviene de un plano del Universo y si no la utilizamos, ella puede regresar a su lugar de origen, dejándonos vacíos. El verdadero nombre del cacique a nuestro humilde entender era Catrunao (cazador de jaguares); por lo tanto, sería lógico que a futuro se agregue la figura de este animal”.

Luego de 10 años de ese pedido, fundamentado en la Cosmovisión Indígena y la Identidad de Pincén, sus familiares y su Tribu el monumento continúa sin la incorporación de un Nawel (Tigre/Jaguar/Yaguereté) al hermoso conjunto escultórico. Somos conscientes de que los últimos años y la coyuntura actual obliga a los gobernantes a atender otras agendas prioritarias.

No obstante, ante una espera de 10 años y en el marco de un nuevo aniversario de Santa Rosa creemos oportuno reiterar el mismo pedido, añadir iluminación al conjunto y un cartel que indique que el “indio” que está ahí es el Lonko Vicente Catrunao Pincén. La rotonda donde está emplazado el monumento (Av. Luro y México) es muy transitada no sólo por vehículos sino también por gente que usa ese espacio para recreación; sería bueno entonces que ante la duda de quién es el “indio” del monumento puedan saber quién es y su historia.

La ciudad de Santa Rosa cumplió 131 años. Durante cientos de años y tal vez miles, los “Montes de Toay” donde se erige hoy el conglomerado urbano más importante de La Pampa ha sido el asiento de Tolderías comunicadas entre ellas por milenarias rastrilladas. Hacia 1876, la parcialidad de los Indios de Pincén en el Toay contaba con 1.800 lanzas, según el estudio preliminar de Andrés Carretero en el libro “Conquista de La Pampa” del Comandante Manuel Prado. Considerando que cada hombre de lanza tenía una esposa y dos hijos, podemos estimar rápidamente una población de al menos 5.400 habitantes.

Según el último censo de población, actualmente en los “Montes de Toay” (Santa Rosa y Toay) viven unas 138 mil personas. Pero, el pueblo y luego la ciudad, no han borrado la identidad indígena. En Santa Rosa viven integrantes de unas 10 Comunidades Indígenas Mapuche y Rankulche y el número se estira a 11 si contamos a la Comunidad Mapuche-Ranquel de Toay.

Esta realidad actualiza la diversidad de aquel mundo de las Tolderías y sostiene una Identidad que persiste a pesar de haber sido expulsados de nuestras tierras por la violencia estatal, la tala del Witrü(Caldén) para la construcción de casas y la pavimentación de los Médanos para dar lugar a la Ciudad. Con muchos y muchas de ellos nos cruzamos con mucha alegría aquel día en que se emplazó el monumento al Lonko Pincén y compartimos muchos elementos culturales; entre ellos, el Linaje del “Tigre”. Este es un argumento más para completar el monumento con un Nawel, símbolo de la Cosmovisión Indígena.

Hace poco me preguntaban sobre el origen étnico de Pincén; en realidad, ahora que lo pienso, es una pregunta recurrente. Una vez más, voy a traer el mensaje del Lonko Luis Eduardo Pincén que compartí aquella noche: “Hoy en día, quizás no sea tan importante discutir sobre el origen del cacique (Catrunao Pincén) y sí sobre el mensaje que él nos dejó: luchar por un mundo inclusivo, donde Ranqueles, Mapuches, Tehuelches, Criollos, Afrodescendientes y europeos puedan vivir en comunidad, en un mundo respetuoso de las diferencias”.

Por Daniel Pincén, Werken Lof Vicente Catrünao Pincén La Pampa
Fecha: 26/04/2023